La educación prohibida

Documental

 La educación prohibida

        Desde sus inicios hasta nuestros días la educación siempre ha sido de una misma forma, lineal y paradigmática. Las escuelas convencionales se basan en un mismo sistema de activo y pasivo, es decir, maestro y profesor; clases que se han vuelto aburridas y rutinarias, y por último clases estáticas que solo son palabras y sin movimientos. Los objetivos principales del sistema y las leyes de educación hablan siempre de promover a través de la enseñanza lo que es la solidaridad, la igualdad y la cooperación pero esto no se cumple, ya que enseñan valores totalmente opuestos a lo enunciado, incitan al individualismo, la discriminación y el que más se observa, es la competencia entre los estudiantes al expresar quien es mejor que quien por sacar la mayor nota del salón o de la institución completa.

Esa educación que se imparte en las escuelas debería ser un espacio para el conocimiento y para el crecimiento personal de los estudiantes, pero esto no sucede ya que los adiestran para futuros estudios secundarios y universitarios incrementando la población de “robots” que solo siguen un mismo modelo de educación hasta saturarlos de mucha información y llevarlos hasta los campos profesionales.

La educación gratuita y obligatoria se remonta según historiadores y conocedores del tema a la Grecia en donde las primeras academias de Platón eran concebidas como un espacio de reflexión. No fue sino hasta finales del siglo XVIII y principios del siglo XVX que se crean las escuelas de educación en Prusia. Con el fin de evitar las revoluciones que ocurrían en Francia, los monarcas incluyeron algunas imágenes de la ilustración para satisfacer al pueblo pero manteniendo aun así su régimen, estos buscaban que el pueblo fuese dócil y obediente a todas sus reglas. Este modelo se fue expandiendo por todo el mundo para tener una educación pública y moderna para todos. Esta escuela nace en un mundo positivista dirigido por una economía industrial, y es por ello que busca conseguir los mejores resultados con el menor esfuerzo posible. Los mismos empresarios del siglo financiaban las escolarizaciones para que sus trabajadores u obreros se inculcaran y aprendieran lo básico de la enseñanza, a leer y escribir.

Es por ello que la educación hoy en día sigue siendo lo mismo, crear profesionales al servicio de los que tienen el poder para que se siga manteniendo el mismo sistema de educación tradicional. Muchos de los que crean la planificación que se inculcan en las clases no son docentes o profesores, sino administrativos que mediantes ordenes de las autoridades mayores crean las actividades que tienen que hacer los estudiantes, siendo este un proceso completamente idealista, ya que no conocen realmente las necesidades de las personas, lo que realmente quieren aprender sino que es un proceso imaginativo y repetitivo del sistema.

La escuela se pensó en un principio como una fábrica de ciudadanos obedientes, consumistas y eficaces donde las personas se convierten en números y calificaciones. Las exigencias y presiones del sistema son cada vez más exigentes y terminan deshumanizando a las personas. Estas son espacio completamente iguales, están destinados o están obligados a tener el mismo conocimiento, tienen que saber lo mismo aunque en lo profesional cada persona se dedique a algo distinto y en las escuelas exigen eso, ya que cada docente teniendo aproximadamente de 35 a 40 estudiantes no se detendrán con cada uno a especificarle que tiene que aprender y que no.

Este sistema aparte de excluir a un número significativo de estudiantes, selecciona a los que prefieren para que sean profesionales y dueños de las grandes elites que son las empresas que dominan los sistemas de producción y de comunicación de determinados países, entre otros.

La esencia de la escuela Prusiana sigue cada vez más inmersa en la educación del siglo XXI, la división de edades, las clases obligatorias, el sistema de calificaciones, el sistema de premios y castigos, los horarios estrictos sigue intacto en las escuelas de hoy en día. Escuela no es sinónimo de educación, esta es un mapa que te muestra la sabiduría, y la educación es todo el conocimiento en sí, puro y requerido; es donde todo el aprendizaje sucede.

Es por ello que la educación ha sido estructurada bajo un modelo paradigmático en favor de unos pocos beneficiados, para llegar a tomar el poder de las grandes élites que dominen a toda una sociedad bajo sus propias condiciones y formas de ver el mundo. En favor de un modelo que se vienen desarrollando desde el siglo XVIII, de esas clases pasivas entre un docente y un estudiante, y que sean solo retenedores de información y conocimientos impartidos por especialistas en esos temas y crear robots mecanizados para que desarrollen sus conocimientos en distintas ares y seguir el modelo de dominación mundial.

Este modelo tiene que ser reestructurado por los docentes de hoy en día, crear un modelo participativo y democrático, que sean los estudiantes capaces de afrontar los problemas que se le puedan presentar más adelante. Que sean educados para que ellos detecten lo que no les gustan o lo que les gustan y que en su día a día trabajen por una mejor sociedad. Es necesario crear métodos alternativos y buscar que el estudiante asuma nuevas responsabilidades promoviendo una educación basada en la creatividad y el conocimiento de las emociones, de forma en que cada individuo elija su propio camino.

Hoy en día la educación está prohibida. Muy poco de lo que pasa en las escuelas es realmente importante, se habla mucho de la educación, el progreso y la democracia y un mundo mejor pero nada de eso pasa en los salones de clases, enseñan a estar alejados unos de otros, promoviendo el individualismo, a competir unos con otros por cosas que no tienen valor. Los profesores no hacen participes a sus estudiantes de las clases. Pero la escuela tiene que ser un lugar de esparcimiento, que cada persona decidida si quiere ir o no, que sea un lugar de recreación y de decidir que aprender y cómo hacerlo. Que sea una educación viva. Que puedan tener la habilidad de intercambiar conocimientos con aquellos que lo deseen, entre otros.