Petróleo vs. Agricultura Urbana
Artículo de Opinión
Petróleo vs. Agricultura Urbana
El petróleo
en sus inicios causo grandes cambios en la población venezolana, ya que aceleró
rápidamente el paso de una sociedad rural a una sociedad urbana transformándose
en el rubro más importante. Siendo este actualmente un sinónimo de conflicto
entre todos los venezolanos y un gran problema económico para el país. Este es
un mineral y su sobreexplotación podría causar la extinción parcial o en una
medida extrema, total. Es por ello que se deben volver a implementar nuevas
técnicas agrarias a partir de la siembra, no para sustituir el proceso sino
para aliviarlo en gran medida en tiempos de “crisis”.
Durante
el auge de este rubro, la renta petrolera sustituyó por completo la utilización
de los espacios agrarios cediendo el paso al éxodo rural, ocasionando movimientos
migratorios del campo a la ciudad para buscar una mejor calidad de vida. Por
ello, retomar la agricultura en las ciudades es una buena forma de balancear la
economía del país.
Para
iniciar este proceso es necesario implementar una educación ambiental para los
habitantes de cada ciudad, sensibilizarlos a no solo el hecho de “sembrar para
poder comer” sino, para iniciar nuestra propia fase de importación de
alimentos. Aunque en algunas ciudades del país este es una fuente primordial de
empleo, es necesario acentuar aún más estos procesos y trasladarlos a las
grandes ciudades, habilitando espacios destinados para ello, administrar las
tierras para las crías de animales y para la creación de huertos caseros
urbanos.
La
siembra urbana no solo es un paso para “independizarnos” del petróleo, sino que
también crea fuentes de empleos, adjudicándole a cada persona un rol de trabajo
importante y necesario. Además de ello, los productos serán cien por ciento
propios, por eso no tendrán un costo tan elevado en el mercado y cubrirán la
mitad de los alimentos que necesitamos. Y es que hay que pensar donde se puede
sembrar, puesto que es una tarea que comienza por las propias manos de los
ciudadanos, balcones, espacios abandonados y en terrazas son los indicados. Implementos
como macetas y jarras de plásticos son también opciones a las cuales los
ciudadanos pueden amoldarse y empezar las prácticas.
Aunque
esta sea una buena opción para “calmar” las inquietudes que viven los
venezolanos, puede que no resulte del todo una solución viable. Independizarse
del petróleo será un reto muy difícil, porque desde los inicios de la
explotación en el mandato de Juan Vicente Gómez se ha convertido en la fuente
principal de la economía del país. Una actividad petrolera que generó y que
sigue generando grandes cantidades de empleo ofreciendo mejores condiciones de
vida. Y es que gracias a la exportación de este rubro, gran parte de esos
recursos se destinaron a la construcción de grandes edificaciones y el aumento
de los servicios públicos como escuelas y hospitales que están actualmente.
Surgieron
las denominadas industrias, fábricas de productos y alimentos que luego se
exportaban a países vecinos, por lo que dejar las siembras y la agricultura en
los campos para irse a las grandes ciudades era una mejor opción y más
accesible para obtener un empleo que les generará mayores ganancias con menos
presiones de trabajo. Volver a la siembra sería volver al pasado y a pocas
fuentes de empleo.
Iniciar
una economía a base de la siembra con la agricultura urbana y el petróleo como
complemento, es una forma de consolidar dos grandes potencias económicas que
tienen los venezolanos, de esta manera para fomentar una economía potente y
arrolladora dentro y fuera de nuestras fronteras.
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